martes, 10 de febrero de 2009



Elementos fundamentales para la crítica de la
economía política (Grundrisse) 1857-1858
Notas a los cuadernos de Karl Marx, publicados
en español por Siglo XXI, 2005
por Omar Villarreal Salas









Sobre el carácter general de la producción en el ciclo económico:



“Individuos que producen en sociedad, o sea la producción de los individuos socialmente determinada: este es naturalmente el punto de partida.”

“Cuanto más lejos nos remontamos en la historia, tanto más aparece el individuo –y por consiguiente también el individuo productor. Como dependiente y formando parte de un todo mayor: en primer lugar y de una manera todavía muy enteramente natural, de la familia y de esa familia ampliada que es la tribu; más tarde, de las comunidades en sus distintas formas, resultado del antagonismo y de la fusión de las tribus. Solamente al llegar el siglo XVIII, con la “sociedad civil”, las diferentes formas de conexión social aparecen ante el individuo como un simple medio para lograr sus fines privados, como una necesidad exterior.”

“Por eso, cuando se habla de producción, se está hablando siempre de producción en un estadio determinado del desarrollo social, de la producción de individuos en sociedad. (…) Pero todas las épocas de la producción tienen ciertos rasgos en común, ciertas determinaciones comunes. La producción en general es una abstracción, pero una abstracción que tiene un sentido, en tanto pone realmente de relieve lo común, lo fija y nos ahorra así una repetición. Sin embargo, lo general o lo común, extraído por comparación, es a su vez algo completamente articulado y que se despliega en distintas determinaciones. Algunas de éstas pertenecen a todas las épocas; otras son comunes sólo a algunas. [Ciertas] determinaciones serán comunes a la época más moderna y a la más antigua. Sin ellas no podría concebirse ninguna producción, pues si los idiomas más desarrollados tienen leyes y determinaciones que son comunes a los menos desarrollados, lo que constituye su desarrollo es precisamente aquello que los diferencia de estos elementos generales y comunes. Las determinaciones que valen para la producción en general son precisamente las que deben ser separadas, a fin de que no se olvide la diferencia esencial por atender sólo a la unidad, la cual se desprende ya del hecho de que el sujeto, la humanidad, y el objeto, la naturaleza, son los mismos.”

“1. Toda producción es apropiación de la naturaleza por parte del individuo en el seno y por intermedio de una forma de sociedad determinada. En este sentido, es una tautología decir que la propiedad (la apropiación) es una condición de la producción. Pero es ridículo saltar de ahí a una forma determinada de la propiedad, por ejemplo, la propiedad privada. (Lo cual implica además, como condición, una forma contrapuesta: la no-propiedad). La historia nos muestra más bien que la forma primigenia es la propiedad común… forma que, como propiedad comunal, desempeña durante largo tiempo un papel importante. No está en cuestión todavía en este punto el problema de si la riqueza se desarrolla mejor bajo esta o aquella forma de propiedad (desarrollar el tema de la tragedia de los comunes). Pero decir que no se puede hablar de una producción, ni tampoco de una sociedad, en la que no exista ninguna forma de propiedad, es una tautología. Una apropiación que no se apropia nada es una contradictio in subjecto.

“2. (…) toda forma de producción engendra sus propias instituciones jurídicas, su propia forma de gobierno, etc. La rusticidad e incomprensión consisten precisamente en no relaciones sino fortuitamente fenómenos que constituyen un todo orgánico…”

“… todos los estadios de la producción tienen caracteres comunes que el pensamiento fija como determinaciones generales, pero las llamadas condiciones generales de toda producción no son más que esos momentos abstractos que no permiten comprender ningún nivel histórico concreto de la producción.”

(pp. 3-8)

Sobre la identidad inmediata (unidad) entre producción y consumo en el primer momento de la producción (objetivación del hombre en el producto: consumo productivo):

“La producción es también inmediatamente consumo. Doble consumo, subjetivo y objetivo: el individuo que al producir desarrolla sus capacidades, las gasta también, las consume en el acto de la producción… En segundo lugar: consumo de los medios de producción que se emplean y se usan… Consumo, igualmente, de la materia prima que no conserva su forma ni su constitución natural… El acto mismo de producción es también en todos sus momentos un consumo… consumo productivo…”

Sobre la identidad inmediata (unidad) entre consumo y producción (personificación del producto en la reproducción de las fuerzas del hombre: producción consumidora):

Consideremos, pues, el consumo propiamente dicho. Igualmente, el consumo es de manera inmediata producción… en la nutrición…, que es una forma de consumo, el hombre produce su propio cuerpo. Producción consumidora… esta producción idéntica al consumo es una segunda producción, surgida del aniquilamiento del primer producto. En la primera, el productor se objetivaba; en la segunda, la cosa creada por él se personificaba.”

Sobre la dualidad inmediata entre consumo y producción como un movimiento mediador entre ambas entidades, partiendo del hecho de que cada una contiene a su contrario:

“La unidad inmediata, en la que la producción coincide con el consumo y el consumo con la producción, deja subsistir su dualidad inmediata… la producción es inmediatamente consumo, el consumo es inmediatamente producción. Cada uno es inmediatamente su opuesto. Pero al mismo tiempo tiene lugar un movimiento mediador entre los dos. La producción es mediadora del consumo, cuyos materiales crea y sin los cuales a éste le faltaría objeto. Pero el consumo es también mediador de la producción, en cuanto crea para los productos el sujeto para el cual ellos son productos.”

“El consumo produce la producción de dos maneras: 1) en cuanto el producto se hace realmente producto sólo en el consumo…; pues el [resultado] de la producción es producto no en cuanto actividad objetivada, sino sólo como objeto para el sujeto actuante; 2) en cuanto el consumo crea la necesidad de una nueva producción, y por lo tanto el móvil ideal de la producción, su impulso interno… Sin necesidades no hay producción. Pero el consumo reproduce las necesidades.”

“Por el lado de la producción a esto corresponde: 1) que ella proporciona al consumo su material, su objeto… en este aspecto la producción crea, produce el consumo. 2) la producción… da también al consumo su carácter determinado,… como producto… el objeto no es un objeto en general, sino un objeto determinado, que debe ser consumido de una manera determinada, que a su vez debe ser mediada por la producción misma… No es únicamente el objeto del consumo, sino también el modo de consumo, lo que la producción produce no solo objetiva sino también subjetivamente. La producción crea, pues, el consumidor. 3) La producción no solamente provee un material a la necesidad, sino también una necesidad al material… el consumo es mediado como impulso por el objeto. La necesidad de este último sentida por el consumo es creada por la percepción del objeto. De modo que la producción no solamente produce un objeto para el sujeto, sino también un sujeto para el objeto. La producción produce, pues, el consumo, creando el objeto de consumo (1), el modo de consumo (2) y el impulso al consumo (3).”

Capitulación sobre las identidades (momentos en que se identifican) entre el consumo y la producción:

“Las identidades entre el consumo y la producción aparecen por lo tanto bajo un triple aspecto:

1) Identidad inmediata (unidad inmediata): la producción es consumo; el consumo es producción. Producción consumidora. Consumo productivo…
2) Cada uno de los dos aparece como medio del otro y es mediado por él… La producción crea el material del consumo en tanto que objeto exterior; el consumo crea la necesidad en tanto que objeto interno, como finalidad de la producción…
3) La producción no es sólo inmediatamente consumo, ni el consumo inmediatamente producción; ni tampoco es la producción únicamente medio para el consumo y el consumo fin para la producción,… sino que, realizándose, (cada uno de ellos) crea al otro y se crea en cuanto otro.”

Sin embargo, “considerar a la sociedad como un sujeto único es considerarla de un modo falso, especulativo. En un sujeto (considerado en forma abstracta, ideal, o sea especulativa), producción y consumo aparecen como momentos de un acto… (Por ejemplo) El individuo produce un objeto y, consumiéndolo retorna a sí mismo, pero como individuo productivo y que se reproduce a sí mismo. De este modo, el consumo aparece como un momento de la producción.”

“En la sociedad, en cambio,
(y Marx ha dicho ya que todo acto de producción del hombre ocurre necesariamente en sociedad) la relación entre el productor y el producto, una vez terminado este último, es exterior y el retorno del objeto al sujeto depende de las relaciones de éste con los otros individuos. No se apodera de él inmediatamente… Entre el productor y los productos se interpone la distribución, que determina mediante leyes sociales, la parte que le corresponde del mundo de los productos, interponiéndose por lo tanto entre la producción y el consumo.”

(pp. 10-14)

Esto es más evidente en las sociedades desarrolladas bajo el modo de producción capitalista, que en ninguna otra sociedad en la historia humana, dado que nunca antes, la separación entre los productos y los sujetos que los producen había estado tan marcada y mediada por las leyes que regulan las relaciones sociales y el dinero como expresión de cambio universal. El salario, un factor jurídico-social determinante para el desarrollo de la economía capitalista, se interpone entre el productor y los productos, cumpliendo la función de separar al primero del goce directo de los segundos; más que otorgarle el medio apropiado para el disfrute de los mismos, el salario cumple la función de arrebatar al productor todo poder de decisión sobre el destino de lo producido.

NOTA: Aquí hay un problema complejo. El salario, que, visto como una retribución al productor por el trabajo objetivado en la producción, es decir, por su participación en la producción, le permite así participar en el consumo a través del cambio dinerario, es una medida (o cálculo) mecánico o fragmentario basado en el pago en dinero por horas (tiempo) – hombre (sujeto). Sin embargo, la naturaleza mecánica y fragmentaria de esta medición del trabajo (salario) nada tiene que ver con la experiencia del trabajo mismo, experiencia que genera un fenómeno de crecimiento en toda la estructura productiva, pues reproduciendo sobre ella sus fuerzas productivas: su corporeidad y todas sus capacidades, el trabajador con su trabajo la enriquece. Dicho crecimiento ocurre en una forma no lineal ni fragmentaria que contrasta con el tipo de cálculo en el que se basa el salario. PROBLEMA: Cómo podríamos explicar científicamente ese crecimiento complejo y cómo podríamos medir el trabajo vivo que lo produce de manera que no contraviniera su naturaleza, como sucede en el sistema económico capitalista. (Ver Heinz Dieterich)

Sobre la relación entre distribución y producción en términos generales:

“Si el trabajo no estuviese determinado como trabajo asalariado, su modo de participar en los productos no aparecería bajo la forma de salarios, tal como, p. ej., en la esclavitud… Un individuo que participa en la producción bajo la forma de trabajo asalariado, participa bajo la forma de salario en los productos, en los resultados de la producción.”

Con esto Marx pretende decir que la forma en la que los individuos participan de los resultados de la producción (productos) depende de la forma en que participan en la producción, que está determinada por las leyes y las relaciones sociales que la organizan en un momento histórico dado. Marx llama distribución a este conjunto de determinaciones históricamente dadas que pesan sobre la organización social de la producción.

“Frente al individuo aislado, la distribución aparece naturalmente como una ley social que condiciona su posición en el seno de la producción, dentro de la cual él produce, y que precede por lo tanto a la producción.”
“Si se consideran sociedades globales (es decir, sociedades que no están cerradas en sí mismas, sino que se relacionan con otras a través del comercio o la guerra de conquista), la distribución parece… preceder y hasta determinar la producción”

“… la distribución no parece estar determinada por la producción, por el contrario, es la producción la que parece estar organizada y determinada por la distribución.”

“Según la concepción más superficial, la distribución aparece como distribución d los productos y de tal modo como más alejada de la producción y casi independiente de ella. Pero antes de ser distribución de los productos, ella es: 1) distribución de los instrumentos de producción; 2) distribución de los miembros de la sociedad entre las distintas ramas de la producción… La distribución de los productos es manifiestamente sólo un resultado de esta distribución que se halla incluida en el proceso mismo de producción y determina la organización de la producción.”

“… la distribución así entendida precede a la producción y constituye su premisa. Y será preciso responder entonces que efectivamente la producción tiene sus propias condiciones y sus supuestos, que… pueden aparecer como hechos naturales. El mismo proceso de producción los transforma de naturales en históricos; si para un período aparecen como supuesto natural de la producción, para otro período, en cambio, constituyen su resultado histórico. Ellos se modifican incesantemente en el interior de la producción misma, El uso de la maquinaria, por ejemplo, ha modificado tanto la distribución de los instrumentos de producción como la de los productos. La gran propiedad moderna de la tierra es el resultado al mismo tiempo del comercio y de la industria moderna, y de la aplicación de esta última a la agricultura.”

Marx plantea un cuestionamiento central del materialismo histórico: “¿cómo inciden las condiciones históricas generales en la producción y cuál es la relación que mantiene con el movimiento histórico general?” Y responde: “… el modo de producción… es determinante para la nueva distribución que se establece. Aunque ésta aparezca como un supuesto para el nuevo período de producción, ella misma es a su vez producto de la producción, no solamente de la producción histórica en general, sino de la producción histórica determinada.”

Por ejemplo: “Cuando se roba el esclavo se roba directamente el instrumento de producción. Pero también es preciso que la producción del país para el cual se ha robado esté organizada de manera que admita el trabajo de los esclavos, o bien (como en América del Sur, etc.) debe crearse un modo de producción que corresponda a la esclavitud.”

(pp. 15-19)

Sobre las relaciones del cambio (circulación) con la producción:

“el cambio es sólo un momento mediador entre la producción y la distribución que ella determina, por un lado, y el consumo por el otro, y en cuanto el propio consumo aparece también como un momento de la producción, es evidente que el cambio está incluido en la producción como uno de sus momentos.”

“En primer lugar,… el cambio de actividades y de capacidades, que se opera en la propia producción, pertenece a la producción directamente y es algo constitutivo de ésta. Esto es válido también, en segundo lugar, respecto del cambio de los productos, en la medida en que éste es un medio para suministrar el producto acabado… El cambio sólo aparece como independiente junto a la producción… en el último estadio, en el cual el producto se cambia directamente para ser consumido. Pero, 1) no existe cambio sin división de trabajo, sea ésta natural o constituya un resultado histórico; 2) el cambio privado presupone la producción privada; 3) la intensidad del cambio, lo mismo que su extensión y su índole están determinados por el desarrollo y la organización de la producción… El cambio aparece así, entonos sus momentos, como directamente incluido en a producción o determinado por ella.”

(pp. 19-20)

Conclusión sobre la naturaleza articulada del ciclo económico:

“El resultado al que llegamos no es que la producción, la distribución, el intercambio y el consumo sean idénticos, sino que constituyen las articulaciones de una totalidad, diferenciaciones dentro de una unidad.”

(p. 20)


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